domingo, 16 de septiembre de 2012

Me pica la espalda, mientras estoy sentado en un cómodo sillón y veo una película en la tele con final previsible y lento. Hormigas de pan bajan desde el cuello marcando huellas sobre la piel ciega y miro..., en el salón observo volutas de humo a mi izquierda - junto al silencio - y me aprieto más con la tela desgastada y roja para disimular la distancia.
En la tele aparecen casitas americanas, una tras otra, con arbolitos y césped. Pienso si serán estás las que provocaron la crisis que nos arruina y en cómo será vivir allí, con bolsas de papel para guardar la compra y sin guardia civil.
Alguien cambia de canal. La espalda me sigue picando.