jueves, 1 de noviembre de 2012



Se me olvidó decirte varias cosas...

Estábamos en un bar que mira al sur
son de esos que trajinan con todo
café, cerveza, güisqui y ensaimadas
- con camareros solitarios que no saben lo que quieren -
habían instalados luces de colores en lo botelleros
tonos discretos salían de entre el alcohol
pretendían darle un nuevo aire al bar
y era distinto, como de puticlub en las afueras.

Solo nosotros...
con unas cervezas y una gambas de feria,
nos mirábamos a los ojos sin abrazarnos
buscando explicaciones interrumpidas a nuestras vidas
excusando el destino
pidiendo perdón por la soledad
tú, Daniela te querías marchar
para empezar todo
 de forma sencilla
llamar a las seis, viajar los domingos
y besar entre baile y baile,
yo te dije que nunca había querido a nadie como a ti
que nunca había deseado a nadie como a ti
creo que me escuchó la sonrisa de la camarera
lo solté sin demasiada pasión
sin solemnidad
sin estar desnudos
dejé las frases entre las servilletas de papel
y los huesos de las aceitunas
- no se puede decir eso y llevar reloj -
no me hiciste mucho caso
tal vez sea cierto que no oyes bien
tal vez no entoné bien
y lo que quería decirte es que te necesitaba
tal vez porque nunca haya querido a nadie como a ti
tal vez porque nunca he deseado a nadie como a ti,
por cierto
se me olvidó decirte que te quería.

Y te quedaste a mi lado
comprendiendo las caricias que no son tuyas
mirando por mis ojos caídos y
los desvelos de mi almohada roja
¡cómo  no voy a quererte!
aunque se me olvide decirte que te quiero.




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