Cuando por la noche necesito un beso tranquilo para recogerme, deshilo un pétalo de rosa, de un rosal escondido, que nace entre la sombra de una higuera y olor del agua; y lo miro con la yema de los dedos hasta que noto otro beso despierto que se acurruca entre mis desvelos.
Por las noches, esas noches, esta noche, me tapo entre amapolas y tus haikus de colores, Daniela y no me importa cuando amanezca.
¡precioso!
ResponderEliminar