jueves, 9 de agosto de 2012




No hago nada por ti,
me veo en el espejo
apenas levantado
y te engaño con la mirada,
y un poco más tarde
con el primer bocado
y en las primeras palabras
y en más cosas que no sé contarlas.

Ayer cerré la puerta
pensando en todo esto
con golpes de calma
sin nadie
sin nada
sin reflejos
con recuerdos
vagando
alejándome de todo
de la ciudad
entonces
vi una estrella fugaz
y le puse
- aunque nadie lo sepa -
tu nombre
Daniela,
y creí haber hecho algo por ti,
aunque apenas es nada.

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