martes, 31 de enero de 2012


Se me olvidó decirte
que
tus párpados dormidos
despliegan una escalera
de cuatro o cinco peldaños
invitándome a que pase
a soñar juntos
a seguir
y que
cuando extiendes las caricias
hasta mi hombro redondo
mientras susurras apenas nada
me acurruco entre el cansancio y tus labios mandarina
y que
luego cuando ya te has ido
y vienen otros
me descubro hablándote en silencio
y callando mientras charlan
y acariciándome con el pulgar mi cara disimulada
confundiendo tu piel y la mía
y que
cuando me despierto pienso en ti
y que
todo lo que vivo a tu alrededor, Daniela,
todo, me parece poesía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario