miércoles, 15 de junio de 2011

Plaza de San Agustín

Estoy aquí en una plaza
descansando mis penas,
mientras miro a las alondras alborotadas
y me recuerdan el refugio de la niñez,
sentado en un bar, solo,
con un vino sin relumbre,
un bocadillo sin hambre;
muerdo el pan
y las migas caen sin reparos al suelo,
¡tal vez se acerque un gorrión!

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