miércoles, 18 de enero de 2012
Qué buen insomnio
si me desvelo sobre tu cuerpo.
Mario Benedetti.
Desvelo
- otro más -.
Con los ojos agolpados
y mirada de sal
no se puede caminar;
la noche sigue fría,
dentro,
y fuera;
es difícil escuchar
historias entre la niebla reciente
o poesías borrosas que hablen de amor.
Solo me queda
la melancolía reclinada del sillón,
- por lo menos
hasta que amanezca -.
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Con este precioso poema los desvelos son más llevaderos
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