miércoles, 23 de febrero de 2011

Rape

En una ocasión nos juntamos alrededor de un rape en salsa malagueña,- está bien compartir amistades rubias de labios prestados y güisquis en vasos de duralex.- la complicidad ya se corría entre las colillas de los fumadores exiliados, pero no nos fiábamos de nuestra mirada, - siempre hemos sido demasiado humildes y prudentes -. No sé describir la ropa que vestías, me faltan nombres precisos de costura,  pantalones negros, botas altas, jersey fino, chaqueta larga y gris, ibas elegante, atractiva, discreta, sensual, guapa. Me tuve que marchar, ese día tenía turno, y mastiqué el último hielo como si fuera el veneno del adiós. Me dejé todas las caricias entre las servilletas manoseadas de papel y la cuenta del restaurante.
Los días empezaban a no importar cuando estaba lejos de ti.

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