También en el treinta y seis asesinan - ahora los otros - a un intelectual, fundador de la revista "Gallo", amigo de él y de Federico, menos conocido pero no menos dolido, lo tiran por el Tajo de Ronda, se llamaba Joaquín Amigo.
Pablo Neruda dijo «¡Qué decir de Luis Rosales a quien yo conocí naranjo, recién florido en aquellos años treinta, y que ahora es grave poeta, exacto definidor, señor de idiomas! Ahora lo tenemos lleno de frutos, exigente y profundo. Atravesó este mortal antipolítico el momento desgarrador de Andalucía y se ha recuperado en silencio y en palabra»
Le debió de poner alguna penitencia para que se convenciera.
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